La extracción de un herido apresado en un vehículo se ha codificado en la maniobra de Rautek, consiste en una sucesión de movimientos, relativamente sencillos, ejecutables por una sola persona:
1) Liberar las articulaciones enredadas (la sucesión más aconsejable es la de liberar primero las inferiores) de forma que puedan deslizarse hacia fuera.
2) Colocar un brazo detrás del accidentado, entre él y el asiento, y agarrarlo suavemente por debajo de la axila distal a lo largo del tórax y sujetarle firmemente las muñecas con una mano.
3) Deslizar la mano aún libre por debajo de la otra axila hasta sujetar la barbilla y proceder a sacar el cuerpo arrastrándolo hacia fuera.
Es en este momento cuando, para poder colocar al herido sobre una manta o un abrigo que pueda servir para trasladarlo fácilmente a otro lugar fuera del peligro, puede ser muy útil la colaboración de una segunda persona para sostener los pies del herido, y mantenerlos en tracción en el caso de fracturas de la articulación inferior.
MANIOBRA DE RAUTEK
Una vez liberados los pies del herido de los pedales de marcha, se le sujeta por detrás, apoyándolo contra uno mismo y se le saca del lugar; de esa forma ni el raquis cervical ni la espina dorsal sufren distensiones.
En condiciones normales, los equipos médicos y de intervención, deben mantener a las víctimas dentro del coche accidentado hasta que se puedan movilizar con las garantías suficientes de que no sufrirán más lesiones medulares debido a una mala manipulación.
Aún así, hay casos excepcionales que nos indican que se debe sacar a la víctima cuanto antes, sopesando el balance entre el riesgo y el beneficio.
Estos casos son:
- Vehículo ardiendo.
- Vehículo a punto de caer y no poderlo asegurar.
- Paciente en parada cardiorespiratoria.