Hay un aspecto de la guerra que generalmente es poco visible, pero que tiene un peso crítico a la hora de determinar el desempeño de las tropas en combate, nos referimos a la alimentación.
Durante siglos este punto ha sido un dolor de cabeza para quienes deben implementar los temas logísticos de un ejército. Con cada avance de la tecnología militar ha venido de la mano un paso en el mejoramiento de este soporte vital.
A finales del siglo XVIII se definió un estándar para las raciones diarias de alimento, siendo la más estructurada la del ejército británico, que llevaba: una libra de carne, una libra de pan, queso, harina de avena, frutos secos y una medida de alcohol.
Durante el siglo XIX la invención de la comida enlatada dio un giro radical en la alimentación de las tropas, con las diferentes guerras de este periodo la fabricación de estos insumos creció enormemente.
Con la llegada del siglo XX se inició la evolución hacia las modernas Raciones de Combate, que partió con los alimentos para las tropas en las trincheras de la Primera Guerra Mundial que no tenían acceso a comida fresca cada día.
Durante la Segunda Guerra Mundial nacieron las legendarias Raciones en cajas, tanto los aliados como los alemanes tenían sus propias versiones, siendo las Raciones C y K del Ejército Norteamericano las mas famosas, que contenía alimentos en latas, platos preparados con una variedad de carnes y frijoles, picadillo, galletas, dulces y una bebida en polvo.
Como la tecnología de alimentos envasados fue mejorado, también lo hicieron las raciones de combate, los soldados tenían más opciones con mejor sabor y menos peso a cargar.
Una ración de combate moderna es una comida empacada para ser fácilmente consumida por las tropas en el campo de batalla, se les denomina Meal Ready to Eat (MRE) y en la actualidad tienen muchas variedades de menú, incluidos platos especiales para grupos religiosos o vegetarianos.
Los platos principales se calientan fácilmente en unos sobres que contienen elementos reactivos al agua, lo que permite disfrutar de una comida caliente en menos de 20 minutos sin necesidad de prender fuego.
Las tropas llevan el MRE como parte de su equipamiento, este empaque puede durar largos periodos de tiempo, sin cuidados muy estrictos de temperatura. Este formato con empaques al vacío se utilizan desde 1980 y hoy está extendido a nivel mundial su uso como solución alimenticia para las tropas.
Tienen entre 1200 a 1300 calorías, el consumo día de un combatiente en el frente de batalla es del orden de 2800 a 3600 calorías, que comúnmente son cubiertas por estas Raciones de Combate que poseen empaques para 12 y 24 horas.
Este tipo de alimento también suelen ser muy útil en las operaciones en caso de desastres, pues pueden ser transportadas en grandes cantidades y distribuidas fácilmente. Cubren las necesidades nutricionales básicas hasta que se puedan instalar cocinas más permanentes con alimentos frescos.
En la actualidad deportistas extremos y viajeros las suelen llevar en sus mochilas. Aunque el ser humano puede vivir varios días sin comer, es recomendable que no falte entre los insumos de viaje, ya sea como parte de un kit de emergencia o la fuente primaria de alimentación para la aventura.
En el airsoft poco a poco se están viendo este tipo de alimentos, especialmente entre los cultores del Milsim, que buscan recrear incluso este detalle en sus actividades, sin duda son una buena opción que evita cargar peso de más o alimentos que se puedan dañar o descomponer.
¿Uds han consumido de estos productos?, de ser así, de que procedencia o marca eran, que menú o plato primario han probado, que les pareció el sabor y la porción, nos interesa conocer su experiencia con este insumo.
Las Raciones de Combate llegaron para quedarse en el mundo militar y aparentemente también en otras actividades