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martes, 3 de octubre de 2017

DEA

¿Sabrías usar un desfibrilador si a alguien le da un paro cardiaco a tu lado?

RedacciónBBC Mundo

Suelen estar colocados en la pared en lugares públicos como estaciones de tren, aeropuertos, gimnasios, centros comerciales o edificios de oficinas.

A pesar de que cada vez hay más desfibriladores en lugares públicos, mucha gente no tiene la suficiente confianza en sí misma para darle a alguien que sufre un parada cardíaca la descarga eléctrica que puede salvarle la vida.

Pero los desfibriladores semiautomáticos dan instrucciones en audio, simples y claras, explicando cómo deben ser utilizados, de manera que cualquiera puede usarlos en una emergencia.

Aún así, un informe internacional reciente reveló que la mayoría de la gente no se atreve ni a intentarlo: muchos no saben qué son ni donde están, tienen miedo de empeorar la situación del paciente o piensan que solo los médicos pueden operarlos.

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Christopher Smith, investigador de la Universidad de Warrick, en Reino Unido, le dijo a la BBC que a menos del 5% de los pacientes que sufren paradas cardíacas se les aplica un desfibrilador, según varios estudios internacionales.

Pero Smith, que además trabaja como médico de urgencias, cree que muchas más personas se podrían beneficiar de los desfibriladores en lugares públicos.

"Es lo que ocurre en esos primeros minutos tras una parada cardíaca lo que tiene un mayor impacto para la supervivencia de un paciente", dijo Smith, "no lo que puedan hacer después los equipos médicos".

Según estudios internacionales, la tasa de supervivencia tras una parada cardíaca es de un 10%. Pero si se utiliza un desfibrilador esa probabilidad se duplica, hasta un 25% aproximadamente, según Smith.

"Es la máquina la que decide"

En una situación de emergencia lo primero es pedir ayuda de los servicios médicos. Pero mientras llegan, la actuación del público general es clave para salvar vidas.

Es el desfibrilador semiautomático el que analiza si el paciente necesita una descarga o no: no es una decisión que recae sobre el público.

El médico dice que ante una parada cardíaca, lo primero es administrar reanimación cardiopulmonar (RCP). Mientras, otra persona puede ir a buscar un desfibrilador.

Las instrucciones "las puede seguir cualquiera, incluso si no han tenido formación alguna sobre cómo usarlo".

Con los desfibriladores semiautomáticos "es la máquina la que decide si debe o no dar una descarga eléctrica, y no permiten invalidar esa decisión", explicó Smith, así que no es posible darle a alguien una descarga eléctrica que no necesita.

¿Cómo se utilizan?

Todos los desfibriladores semiautomáticos funcionan de la misma manera: tienen un botón de encendido y dos electrodos o parches que deben ser aplicados sobre el pecho del paciente.

Los parches tienen además dibujos que indican dónde deben se colocados.

Al encenderlo, el aparato va dando instrucciones simples sobre qué hacer, como "aplique los electrodos en el pecho desnudo del paciente" o "enchufe el conector de los electrodos junto a la luz intermitente".

Antes de proporcionar el impulso eléctrico el desfibrilador analiza el ritmo cardiaco del paciente.

Image captionLos parches tienen además dibujos que indican dónde deben se colocados.

"Analizando el ritmo cardíaco, no toque al paciente", dice la grabación de uno de los aparatos.

"Se recomienda dar una descarga", avisa cuando es necesario.

"Manténgase alejado del paciente. De una descarga ahora. Pulse el botón naranja ahora".

Después, la máquina puede recomendar "iniciar resucitación cardiopulmonar" y varios minutos después vuelve a analizar el ritmo cardiaco.

Así, el público puede seguir las instrucciones del desfibrilador hasta que la persona muestre signos de vida o hasta que lleguen los equipos médicos de emergencia.